jueves, 28 de enero de 2010

Capitulo 2º-La pequeña niña de dieciocho años.



No paraba de pensar que ya era mayor de edad, y la verdad esque ese gran acontecimiento no habia cambiado nada en mi vida, seguia siendo la misma niña que el dia anterior disfrutaba con sus amigas inovando nuevos maquillajes y riendonos por nada. En realidad me sentia un poco decepcionada, tenia la sensación de que al cumplir dieciocho cambiaria algo en mí, nose muy bien el que pero algo... y no había sido asi, estaba tumbada en mi cama y hechando una ojeada a mi habitacion me di cuenta de que era una habitacion de niña, con sus paredes rosas, sus cortinas con estampados de flores y peluches por todos lados, pense en cambiar la decoracion y tener una nueva habitacion mas madura, mas... acorde conmigo, pero en el fondo me encantaba esa habitacion rosada llena de muñequitos.

La decepción me invadió, ¿porque me seguia gustando aquella habitacion?, no lo entendia, si ya era mayor. En ese momento no entendia que la edad no tiene porque cambiar a una persona y estaba cometiendo el enorme error de querer hacerme mayor siendo aún una niña.

Esta vez mamá entró en la habitacion sin llamar a la puerta, me extrañó porque siempre llamaba antes de entrar, al verme tirada en la cama con la mente en blanco mirando al techo me pregunto:

- ¿Estas bien pequeña? -mientras se sentaba a mi lado.
-Sí, tranquila ¿que querías?-sabía perfectamente lo que quería, seguía obsesionada con la conversación que teniamos pendiente.
-Nacha, no me has contado nada de la fiesta, nose como te sientes al tener dieciocho años.
El silencio, invadió mi habitacion rosada.
-¿No fue bien?- preguntó asustada.
-Sí, fue maravillosa.....
-Entonces, ¿que te sucede pequeña?

Pense en evadir esa pregunta, pero en el fondo necesitaba hablar con alguien, y mamá era la persona que más a mano tenia.

-Mamá, cuando cumpliste tu mayoria de edad, ¿que sentiste?- pregunté sin quitar la mirada del techo.
Mamá sonrió, y me dijo sin más-Nada.
-Nacha, eso era lo que quería hablar ayer contigo, cuando se es joven se tiene una absurda concepción de que cuando llega este ansiado día, nuestra vida tiene que cambiar de la noche a la mañana, y que nos levantaremos mucho más maduros y con la capacidad de hacer lo que hacen nuestros mayores. Y cuando ves que eso no ocurre como esperabas, te das cuenta de que sigues siendo una niña y tienes miedo porque no sabes que hacer, te das cuenta de que la madured se consigue poco a poco, no por soplar dieciocho velas ya eres mayor, pequeña.

En esta vida, las cosas se aprenden poco a poco y segun van surgiendo en nuestro día a día, cuando menos te lo esperes te daras cuenta un día cualquiera lo mucho que has cambiado, lo que has aprendido y lo capacitada que estas para llevar tu propia vida.
Por ello pequeña, no tengas prisa por crecer, cuando tengas mi edad echarás de menos esos momentos que solo ahora puedes vivir y que nunca más volverás a vivir.

Según avanzaba la explicación de mamá, solo podia pensar en que si la abuela le conto todo esto a ella el dia de su dieciocho cumpleaños, porque ella había fallado tanto con su vida, porque no la eschuchó, y no hizo lo que la abuela la aconsejó, porque vivió la vida a su manera, se quedó enbarazada de mí tan pronto y arruinó su vida con papá. Pero enseguida supe porque...

-Por ello Nacha-continuó- cuando la vida te de un golpe bajo, te equivoques en tu elección o te sientas desesperada, undida, avergonzada, sola, triste... en definitiva te arrepientas de como ha sido tu eleccion en esta vida, te acordarás de esta conversación y te recriminarás a tí misma el porque no hiciste caso a tu madre, porque no esperaste a que la vida te entregara los acontecimientos poco a poco y te arrepentirás de haber sido tan impaciente y haber buscado por ti misma lo que la vida debería darte mas adelante.

No tengas prisa pequeña todo llega a su debido tiempo.

Mamá se levantó, besó mi frente y me dejo sola pensando en todo lo que me acababa de decir.

Tal vez ella si fue impaciente y busco demasiado pronto el desenlace de su vida y ahora ya no la queda nada que buscar se siente sola, triste, avergonzada y undida por la vida que escogió antes de tiempo.

En ese momento me prometí a mi misma que mi vida no sería asi, que la gozaria al maximo y esperaría a que las cosas surgieran por si solas sin prisas y sin ansias.

Pero nunca he sabido cumplir promesas por eso ahora me veo donde me veo...

Seguía aún tumbada dandole vueltas a la cabeza cuando sonó el movil, era Thais:

-Nacha- dijo en cuanto descolgué- no te lo vas a creer preparate pasamos a buscarte en media hora.
- ¿A buscarme?, ¿quienes?
- Paty y yo, vamos a un desfile de moda ¿te lo puedes creer? - me gritó entusiasmada.
- Pero...¿que pintamos tu y yo en un desfile de moda?-pregunté anonadada.
-No le des vueltas a la vida Nacha, a surgido así, ya tienes dieciocho años y tienes que cambiar de ambiente y de vida.

Esas palabras me recordaron lo que me acababa de decir mamá, ¿porque tengo que cambiar de vida? , aunque bueno ir a un desfile no es malo y eso no cambiaría mi vida.
Eso era cierto ese maldito desfile no cambió mi vida, arruinó mi vida...

-Esta bien, en media hora estaré lista.

Me levante corriendo de la cama y fui a mi armario, ¿que debo llevar para un desfile? me pregunté,una vez leí en una revista de moda que los tejanos nunca deben faltar en un armario es una prenda muy util ya que sirve para cualquier ocasion.
Me planté unos tejanos de pitillo con una camiseta de tirantes roja y una torera baquera que hacia juego con los tejanos, los botines rojos que me había regalado mamá y cepille mi pelo lacio. Di un toque de brillo a mis labios cogi el bolso y me fuí sin decir a mamá donde iba.

Sali de casa, vi enfrente un deportivo negro precioso en cual me estaban esperando Paty y Thais.

Thais estaba como loca estuvo todo el viaje hablando de lo fantastico que iba a ser, de la gente tan glamurosa que frecuentaba esos sitios... no cabía en si de gozo.

Por fin llegamos a nuestro destino, no hubiese aguantado ni un minuto más en ese coche escuchando a Thais parlotear sobre el maravilloso desfile, era un simple desfile no entendía tanta ilusión. Al bajar del coche un señor con gorra y un elegante uniforme cogió las llaves del coche para aparcarlo, en ese momento no sabía que eso era un aparcacoches, pues era una simple niña que nunca había salido de su barrio.
Al subir las escaleras del enorme edificio blanco con enormes cristales y una placa brillante donde habia escrito un rotulo que decia " Parisina" otro señor tan elegante como el anterior nos abrió la puerta dandonos las bienvenida mientras inclinaba su cabeza, era alucinante nos trataba como verdaderas eminencias.
Al entrar en el enorme "Hall" me quede impresionada al ver a toda esa gente tan elegante, los camareros llevaban unos preciosos uniformes y nos ofrecian unos diminutos pero deliciosos canapés, copas con vino y todo tipo de suculencias.
Vinieron a saludarnos muchas de las personas que habian estado en mi fiesta de cumpleaños y se acordaban de nosotras. Thais estaba entusiasmada se la notaba en la cara de felicidad que tenia y yo, yo simplemente estaba asombrada ante tanto glamour.
En medio de mi asombro volvi a escuchar esa voz que causó un enorme escalofrío en mi fiesta y pensé no, no puede ser él. Me gire muy despacio esperando responder a mi duda y... no podía creermelo ahi estaba él de nuevo con su ipnotizadora sonrisa... mi cara ahora era mil veces la de Thais.
-Vaya, si son la cumpleañera y su linda amiga- dijo Leo con un toque de ironía- al final nos vamos a ver más de lo que esperaba, y eso me alegra- dijo susurrandome en el oido- uno se cansa de ver siempre las mismas caras de estas viejas amargadas- y rió a carcajadas.
Yo noté como se sonrrojaban mis mejillas y respondí a su chiste con una titubeante risa.
-Vamos para adentro el desfile va a comenzar- dijo Paty
Y Leo paso su brazo sobre mi hombro y dijo- ¡Vamos! mi pareja ya ha llegado- y me guiñó el ojo de nuevo.
Yo miré a Thais con una sonrisa que expresaba claramente lo nerviosa que me ponia cuando él estaba cerca y más aún si me agarraba diciendome esas cosas.

Nos sentamos juntos para ver el desfile, yo estaba en medio de Thais y él, se paso todo el tiempo contandome y explicandome los modelos, quienes eran los diseñadores y porque caminaban asi esas delgadas modelos.A mi la verdad todo aquello no me importaba solo tenia ojos para el y su sonrisa que conseguia ipnotizarme hasta dejarme "KO"
Y pensar que dudé por un instante el no acudir a ese desfile.

El desfile terminó y Leo propuso irnos a tomar algo y hablar de lo que nos había parecido, ya era algo tarde pero ¡que carajos! tenia dieciocho años y no creo que mamá me hechase de menos. Por lo tanto accedimos y aceptamos la invitación.

Salimos a por los coches y Leo la dijo a Paty que no sería tan mala de dejarle ir solo en su propio coche e insinuó que yo fuese con él. Paty dudó un momento y al final dijo: -Deacuerdo, pero ten cuidado.

Si el coche de Paty me encantó con el de Leo quedé maravillada era un descapotable rojo y brillante, él bromeó diciendome, tu ropa hace juego con mi coche el destino nos tiene predestinados.
¡Predestinados! si, si eso habia dicho yo no cabía en mi, estaba maravillada con él.
Dichosa inocencia la que tenía entonces, me hizo sentir unica, lo que no sabía aún esque ese tipo de hombres eran asi con todas las niñas bonitas.

Al montar en el precioso coche, Leo bajó la capota y me dijo: -Dejemos que la gente me envidie por ir tan bien acompañado- y volvió a guiñar su precioso ojo azul.
Puso la música al máximo y arrancó a toda velocidad, en un instante llegamos al "Pub" donde habíamos quedado con Paty y Thais.
Entramos y como era obvio ellas aún no habian llegado, ya que Paty era muy prudente al volante.
Nos sentamos en un reservado de diminutas mesas negras y comodos sillones blancos.
-¿Que quieres tomar?-me pregunto mientras colocaba un rebelde mechon de mi melena detrás de mi oreja.
Yo dudé,¿que debía pedir?, no quería que ese maravilloso hombre pensara que era una cría.
-Nose, sorprendeme- le dije timidamente.
-Mmmm, eso me gusta, ¿te fias de mi elección?
-Porsupuesto- asentí.
Mientras Leo estaba pidiendo, llegaron Paty y Thais.
-Ya estamos aquí, ¿habeis esperado mucho?-pregunto Paty.
-No, terminamos de llegar- respondí.
-Cuentame, cuentame...-decia Thais impaciente- ¿que tal con Leo?, es tan guapo-suspiró- yo creo que le gustas.
No pude contestar porque Leo nos interrumpió.
-Hombre por fin habeis llegado tortuguitas-bromeó.
-¿Tortuguitas?, algún día tendrás un susto Leo no puedes conducir así- le replicó Paty.
-Ains... Paty siempre igual, la vida son dos dias y hay que disfrutar de ella.
Esa frase me recordó a mamá, y Leo era tal y como me habia recomendado mamá vivia la vida sin buscar nada, y eso es lo que yo necesitaba.

Entonces al ser una simple niña, confudia las cosas y pense que vivir a lo loco era lo que necesitaba.

Pasamos la noche riendo y pasandolo genial, Leo nos conto que es gerente de moda y manager de modelos nos estaba contando una de las muchas anedotas que le han sucedido en su extensa carrera, sonó una canción y como una niña que era grité : -¡Es mi canción!
-Pues si es tu canción habra que bailarla-me dijo Leo mientras agarraba mi mano para sacarme a bailar.
Me saco a la pista, poso sus manos en mi cintura y las mias cruzaron su cuello, fue algo mágico, me sentía como "Cenincienta" bailando con su principe.

Eran las cuatro de la madrugada cuando Leo paro su hermoso coche delante de mi casa:
-Bueno princesa, aqui acaba la cita de hoy- me dijo tocando mi mejilla.
Yo temblaba de nervios y cada vez sentia más y más calor.Pensando que él se disponia a besarme.
-Me lo he pasado en grande contigo, eres una muchacha muy especial, lo supe desde que te ví en la fiesta.
En realidad no le escuchaba muy bien ya que estaba impaciente porque me besara de una vez.
-Espero que volvarnos a vernos-prosiguio- me haría muy feliz volverte a ver.
En ese momento cogio mi cara con sus dos manos, se acercó lentamente a mi, tanto.. que sentia su aliento en mi boca yo cerre lo ojos esperando que ese momento que ansiaba desde que le vi en mi fiesta se cumpliera entonces él bajó mi cara y besó mi frente.
-Descansa- susurró.
Me sentí tan absurda, tan avergonzada, todo lo que me había dicho mamá iba suceciendo poco a poco y tan solo había pasado un día de mi cumpleaños.
Mi promesa a mi misma comenzaba a desbarajarse y yo solo quería llorar.

CONTINUARÁ...

0 susurros:

Publicar un comentario